Estudio sobre la importancia de la edad en los procesos de selección de las futbolistas basado en la Primera y Segunda División femeninas, la Primera División Regional de Castilla y León y las Selecciones autonómicas femeninas
Prácticamente en todas las modalidades deportivas se distribuye a los participantes en función del año de nacimiento con el objetivo de garantizar la equidad en la competición. Como resultado, nos encontramos con enormes diferencias entre los deportistas nacidos en los primeros y en los últimos meses de un mismo año y esto es especialmente evidente en los deportes en los que la capacidad física de fuerza es un factor de rendimiento clave, tal y como ocurre en el fútbol. A este fenómeno se le conoce como “efecto relativo de la edad” (Relative Age Effect (RAE)) y puede tener su origen en los procesos de selección de deportistas jóvenes, donde los evaluadores erróneamente conceden más oportunidades a los futbolistas más mayores, debido a que, por lo general, tienen un mayor grado de maduración corporal.
Existen muchos trabajos acerca del RAE en el fútbol masculino, constatándose su existencia tanto en jóvenes como en adultos. Sin embargo, la cantidad de investigaciones efectuadas en féminas es menor y es por ello por lo que se decidió efectuar este estudio, cuyo objetivo era el de evaluar la presencia del RAE en la actual estructura del fútbol femenino español. Para llevarlo a cabo se elaboró una base de datos con las fechas de nacimiento y la posición habitual en el terreno de juego de 4035 futbolistas que habían pertenecido a equipos participantes en cualquier competición oficial durante las temporadas 2010-11, 2011-12 y 2012-13. Se dividieron en cinco grupos: Primera División (936), Segunda División (1711), Primera División Regional (870), Selecciones Nacionales (232) y Selecciones de Castilla y León (286). Las jugadoras fueron clasificadas en función del trimestre de nacimiento y se tomó como distribución de referencia la de la población general española (Instituto Nacional de Estadística).
Al analizar los resultados, se observa que la distribución de las jugadoras en función del trimestre de nacimiento es desigual en todas las categorías, con una mayor representación de los dos primeros trimestres del año (figura 1), algo que no ocurre en la distribución de la población española general. Sólo hay una categoría en la cual la distribución de las futbolistas no difiere de la de la población española, y es la de menor nivel competitivo, Primera División Regional. Se constata por tanto la existencia de RAE en casi todas las categorías del fútbol femenino, siendo este fenómeno mayor cuanto más elevado es el nivel competitivo, algo que ya se había demostrado fehacientemente en el fútbol masculino. La inexistencia de RAE en Primera División Regional puede relacionarse con el hecho de que citado nivel competitivo puede abarcar una práctica universal debido a que no hay una gran competición para la obtención de un puesto en un equipo.
La principal causa de la aparición de RAE en fútbol se atribuye a los procesos de identificación del talento y, en este sentido, la estructura actual del fútbol femenino podría potenciar este fenómeno debido a la temprana selección de futbolistas para formar los equipos inferiores de los clubes de élite. En ese contexto, las jugadoras cuya maduración física se haya producido antes tienen determinadas ventajas fisiológicas que pueden influir mucho en la selección, ya que muchas veces los evaluadores tienen en mente el éxito deportivo inmediato. Además, las jugadoras seleccionadas se pueden beneficiar de una mayor experiencia y una mayor calidad de entrenamiento, mientras que las descartadas permanecerán a un menor nivel competitivo y de entrenamiento, donde el abandono deportivo es más frecuente. Por otro lado, hay autores que afirman que los resultados que se obtienen a nivel de selección (tanto nacional como regional) son una buena demostración de lo que ocurre a todos los niveles, ya que estaríamos hablando de una “selección dentro de la selección”, por lo que nos encontramos con un doble proceso selectivo donde los errores pueden duplicarse.
Debido a este fenómeno muchas futbolistas con talento pueden quedarse en el camino debido a esa inicial desventaja y muchas otras, que maduran rápidamente, pueden estancarse debido precisamente a esa superioridad física, ya que no se ven obligadas a un desarrollo técnico-táctico tan exigente para destacar frente a sus compañeras. Por todo ello, la calidad global del fútbol femenino puede verse resentida precisamente por este talento desaprovechado.
Por otro lado, según distintos autores, hay determinadas posiciones en el fútbol en las que la jugadora puede obtener ventajas de una superioridad física (tamaño y fuerza) como por ejemplo las defensas centrales y las porteras. En este sentido, el análisis de resultados desvela que el fenómeno del RAE, que se da en todas las posiciones, es mayor en dichas demarcaciones, donde existe una distribución desigual en favor de las nacidas en los primeros meses del año. Podría intuirse por tanto que los entrenadores tienden a seleccionar a futbolistas con mayor maduración biológica para cubrir las necesidades específicas de esas posiciones.
Aunque desde el mundo científico se han propuesto diferentes alternativas para combatir las consecuencias negativas del RAE, como por ejemplo rotar las fechas para componer las categorías, hasta ahora no se ha implementado ninguna estrategia debido a las dificultades que eso entraña a nivel organizativo. En el caso concreto del fútbol femenino español el problema puede radicar en el temprano proceso de selección de jugadoras para competir en categorías superiores. Teniendo en cuenta este hecho, un primer paso podría ser cambiar la mentalidad de los entrenadores/evaluadores, poniendo mayor énfasis en las habilidades técnico-tácticas que en aquellos aspectos del rendimiento que tengan su base en el desarrollo físico. Para ello, sería conveniente que los procesos de selección de jugadoras se retrasasen hasta los últimos años de la adolescencia donde ya se haya producido la maduración física y, sobre todo, que se buscasen mecanismos para encontrar un equilibrio entre el rendimiento a corto plazo y el desarrollo integral del deportista con vistas a una larga carrera deportiva.
– Sedano, S; Vaeyens, R; Redondo, JC. The relative age effect in Spanish female soccer players. Influence of level and playing position. Journal of Human Kinetics, 46: 129-137. 2015)
Table 3: Distribución de las jugadoras por semestres de nacimiento, en función de la posición y la categoría |
||||||||
Posición |
|
S1 |
S2 |
Total |
|
|
||
Porteras (Sel. Nac) |
13 |
(59.1%) |
9 |
(40.9%) |
22 |
|
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|
Porteras (Sel. CyL) |
29 |
(80.5%) |
7 |
(19.4%) |
36 |
|
|
|
Porteras (1ª Div) |
60 |
(61.9%) |
37 |
(38.1%) |
97 |
|
|
|
Poretras (2ª Div) |
105 |
(59.3%) |
72 |
(40.7%) |
177 |
|
|
|
Defensas (Sel. Nac) |
41 |
(62.1%) |
25 |
(37.9%) |
66 |
|
|
|
Defensas (Sel. CyL) |
67 |
(70.5%) |
28 |
(29.5%) |
95 |
|
|
|
Defensas (1ª Div) |
180 |
(60%) |
120 |
(40%) |
300 |
|
|
|
Defensas (2ª Div) |
319 |
(57.8%) |
233 |
(42.2%) |
552 |
|
|
|
Centrocampistas (Sel. Nac) |
60 |
(67.4%) |
29 |
(32.6%) |
89 |
|
|
|
Centrocampistas (Sel. CyL) |
59 |
(69.4%) |
26 |
(30.6%) |
85 |
|
|
|
Centrocampistas (1ª Div) |
205 |
(61.7%) |
127 |
(38.2%) |
332 |
|
|
|
Centrocampistas (2ª Div) |
333 |
(56.3%) |
258 |
(43.6%) |
591 |
|
|
|
Delanteras (Sel. Nac) |
30 |
(54.5%) |
25 |
(45.5%) |
55 |
|
|
|
Delanteras (Sel. CyL) |
47 |
(67.1%) |
23 |
(32.8%) |
70 |
|
|
|
Delanteras (1ª Div) |
112 |
(54.1%) |
95 |
(45.9%) |
207 |
|
|
|
Delanteras (2ª Div) |
201 |
(53.9%) |
172 |
(46.1%) |
373 |
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AutoresSilvia Sedano Campo. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad Europea Miguel de Cervantes.Juan Carlos Redondo. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Universidad de León.
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