Jorge es consultor informático en Salamanca de lunes a viernes. A diario, se desplaza desde Guijuelo a la capital charra para ejercer su profesión en IBM. Procura llegar pronto a su puesto de trabajo y así poder entrenarse o estudiar actualizaciones o test sobre reglas de juego cuando sale. Es árbitro de Tercera División de Fútbol Sala y arrastra una malformación congénita en su brazo derecho y una maltrecha columna con cifosis escoliosis que le procura un andar singular y dolores recurrentes. Su positivismo, constancia, dominio del reglamento, fuerte personalidad y carácter adorable, hacen el resto en las pistas de fútbol sala de Castilla y León.
“Mi físico nunca ha sido un problema, soy consciente de que tengo que esforzarme más que el resto en este aspecto pero lo compenso con otras cosas”, afirma Jorge tras pasar con éxito las primeras pruebas de la temporada para volver a ejercer, en su décima temporada, como árbitro FCyLF de fútbol sala.
Jugó en su niñez y juventud y deseaba seguir ligado al fútbol sala cuando se dijo a sí mismo que no era el mejor futbolista del mundo y que debía hacer otra cosa. “Quería continuar en contacto y les plantee a mis padres que quería probar en el arbitraje, al principio costó pero luego ha sido una maravilla. Me obliga a cuadrar agenda, a diario y en fines de semana con las designaciones, pero me motiva enormemente, entreno, salgo, me mantengo en forma, desconecto de mi trabajo y es mi afición más bonita”, cuenta Jorge.
Lleva ya arbitrando tres años en la Tercera División y hace dos participó en las pruebas de ascenso a Segunda B. “Me quedé a las puertas, en un sprint en las pruebas de velocidad, fue una pena pero era consciente de que iba a ser difícil. Este año voy a volver a intentarlo, a quedar entre los tres mejores árbitros de Tercera de Castilla y León, en informes y parte técnica soy un fenómeno así que habrá que entrenar más y ya está. Mi compañero José Javier Gutiérrez -carnicero de Peñaranda de Bracamonte- y yo estamos muy motivados, él también tiene mucho mérito porque tras hacer su trabajo sale a entrenar y va a pitar. Cada uno tenemos lo nuestro”, habla dicharachero el guijuelense.
A Jorge le costó una pizca más de esfuerzo superar las pruebas físicas el pasado sábado. Sudó, gritó para animar a sus compañeros y a sí mismo y las pasó. Su columna sufrió y continuó molestándole los días posteriores pero está más que acostumbrado. “La gente me dice que por qué lo hago si me produce un malestar físico pero yo digo que lo bueno supera esas dolencias. Además de que nunca he encontrado gente en el fútbol sala que se metiera conmigo por estas circunstancias, me he llevado gratas sorpresas. Soy un árbitro con carácter y se me ha tratado con respeto siempre. Si alguna vez se han metido conmigo ha sido por mis decisiones arbitrales, no por cuestiones personales”, relata.
Al Sr. Martín Carrasco le queda una temporada apasionante por delante. Apasionante porque siente pasión por su función arbitral y por mejorar cada día. No pasa jornada sin devorar el manual de preguntas y respuestas que Toral Ferrero y Viedma Martín, director técnico y adjunto del Comité en fútbol sala respectivamente, preparan para los colegiados. “Yo animo a los jóvenes a acercarse al arbitraje porque te ofrece muchas cosas positivas”, finaliza.
Fotografías: El digital de Salamanca
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