El club zamorano de la localidad de Toro compitió por primera vez en la temporada 1934/1935, jugando desde entonces en Provincial, Regional y Tercera División. Vivió sus mejores años a comienzos de los 80, cuando incluso disputó una eliminatoria de Copa del Rey.
La historia de la Unión Deportiva Toresana es la historia de un longevo equipo de la localidad zamorana de Toro que este 2015 cumple 80 años de existencia. Aunque las primeras reseñas de partidos amistosos datan de 1924, su origen se remonta a la temporada 1934-1935, como así lo atestigua una fotografía de la época que recoge uno de los primeros onces iniciales del club. Desde su fundación, en los albores de la Guerra Civil española, la UD Toresana ha escrito los capítulos más largos de su historia en Provincial Aficionado, categoría en la que dio sus primeros pasos y desde la que ahora pretende dar el salto a Regional Aficionado.
En la categoría autonómica compitió por primera vez en 1974, estando de presidente Luis Bárcenas. Desde entonces y hasta comienzos de los 80 se convirtió en un equipo ascensor: un año subía, al siguiente bajaba. Pero en 1980, y tras una excepcional campaña, la UD Toresana dio un paso más, algo inaudito en las cuatro décadas previas, y alcanzó la Tercera División.
La época más gloriosa (1981-1986).
Entre la temporada 1981/82 y la 1985/86 se mantuvo en la categoría. Fue la época más gloriosa de la entidad, un lustro en el que la UD Toresana llegó incluso a soñar con subir un peldaño más, al lograr la cuarta plaza en la campaña de su debut en Tercera. Precisamente ese puesto le permitió jugar al año siguiente la Copa del Rey, enfrentándose al Palencia CF en su primera y hasta ahora única comparecencia en esta competición. Plantó cara a su rival en la ida (0-1) pero el cuadro palentino, que ese año estuvo a punto de lograr el ascenso a Primera, le pasó por encima en la vuelta en La Balastera (7-1).
Fueron los años más exitosos del club, tanto en el plano deportivo como institucional. Además, se construyó un nuevo campo, el Polideportivo Municipal, de césped natural, que permitió a la entidad seguir creciendo. Las nuevas instalaciones se inauguraron en noviembre de 1983, en un encuentro contra la UD Salamanca, que por aquella época competía en Segunda División y tenía en sus filas a Jorge D’Alessandro. Entonces jugador pero que, años más tarde, comenzaría su larga trayectoria como técnico.
Las nuevas infraestructuras permitieron también contar con equipos como el Real Madrid y el Atlético de Madrid, de División de Honor Juvenil, para disputar el III y el IV Trofeo Ciudad de Toro en los veranos de 1985 y 1986, respectivamente. Fue bajo el mandato de José Hernández Abascal.
Años más tarde, en 1989, estando ya de presidente Iñaki Urtasun -el mismo que actualmente-, el Atlético de Madrid volvió a visitar Toro para disputar el Torneo de La Amistad con motivo de las fiestas de San Agustín, esta vez con una mezcla de futbolistas del primer equipo y del filial, dirigidos por Javier Clemente y Josu Ortuondo. Al frente de la expedición viajó el presidente rojiblanco, Jesús Gil, que se pasó horas firmando autógrafos y entregando insignias del club entre los varios miles de aficionados que acudieron al estadio.
Durante años, la UD Toresana fue el segundo club más representativo de la provincia de Zamora, un tiempo en el que los duelos contra el conjunto de la capital eran muy recordados y en los que no siempre salía victorioso el primer equipo zamorano. Pero todo acabó tiempo después.
Con la llegada de los 90, el primer equipo de la UD Toresana, que en 1986 había descendido a Regional, regresó a Provincial en 1992. Durante los siguientes años cobraron protagonismo las categorías inferiores, principalmente de la mano de Guillermo Díez ‘Patri’, futbolista del club en sus orígenes y que después, ya como entrenador, logró campeonatos y copas provinciales dirigiendo a los equipos juveniles y cadetes.
Un paso adelante, dos hacia atrás.
Ya en el nuevo milenio, hacia el año 2005, y con el patrocinio de Pevafersa -empresa local dedicada a las energías renovables- la UD Toresana recuperó su lugar en Regional Aficionado y la nueva directiva apostó fuerte por un proyecto que devolviera a la localidad zamorana a Tercera División. Pero en dos años no se consiguió y el equipo cayó en desgracia. Regresó a Primera Provincial, acabó en Segunda y se hundió hasta desaparecer.
En las temporadas 2009/10 y 2010/11, el primer equipo toresano no compitió y solo subsistieron varios conjuntos de las categorías inferiores. Estos fueron el germen de la renacida UD Toresana. Una nueva directiva, otra vez encabezada por Iñaki Urtasun, tomó las riendas del club en la temporada 2011-2012. En mente, “un proyecto encaminado a la potenciación del fútbol base como única vía válida para conseguir, a medio-largo plazo, una infraestructura deportivo-futbolística que permita al equipo retornar y mantenerse en el lugar que le corresponde, es decir, la competición autonómica y, por qué no, la Tercera División”.
De la desaparición al resurgir.
El club resurgió y lo hizo con unas bases más sólidas. Creó su propia Escuela de fútbol, en la que participan más de un centenar de niños (prebenjamines y chupetines), y logró representación en todas las categorías. Hoy cuenta dos equipos benjamines, dos alevines, un infantil y un juvenil, sustento del equipo aficionado, que tras ascender a Primera División Provincial hace dos temporadas tiene como próximo reto regresar a Regional Aficionado.
Para seguir creciendo, la UD Toresana cuenta ya con las nuevas instalaciones municipales ‘V Centenario’, un campo antiguamente de arena que ha sido dotado de césped de hierba artificial de última generación. Un avance significativo para intentar dar un paso más y devolver al equipo a categorías superiores. Ocurra o no, como dice el himno Unionista (“…Gane o pierda el equipo de mis amores, deja en todos los campos su señorío; por eso yo lo tengo siempre por mío, aunque forje alegrías o sinsabores…”), la afición estará con los suyos, y de momento en 2015 tiene algo que celebrar: el 80 aniversario no se cumple todos los años…
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