El presidente del C.T.A., Sánchez Arminio, flanqueado por Fernando de Andrés, presidente del Comité Territorial y Marcelino Maté, presidente de la FCyLF, inauguran la galería de los mejores árbitros
En total 17 árbitros a lo largo de la historia del fútbol, algunos ya fallecidos, tuvimos la suerte de poder alcanzar la Primera División, y de estos 17, cinco llegamos a ostentar la escarapela de internacional. Esto dice mucho, y bien, del nivel del arbitraje de nuestra región.
De izqda. a derecha: Rodríguez Santiago, Valdés Sánchez, Calvo Córdova, Santamaría Uzqueda, Ramos Marcos, Ausocúa Sanz, Rivas Fernández, Rubio Valdivieso, González González, Hernández Velázquez y Turienzo Álvarez.
Para mi fue una noche memorable. Como quien dice, hace cuatro días que colgué el silbato, y tengo muy reciente todo lo que me ha sucedido a lo largo de mi trayectoria, pero me emocionó el que árbitros de distintas generaciones, de distinto fútbol, contaran sus anécdotas, sus experiencias y sus recuerdos. Era como introducirse en el túnel del tiempo del fútbol, sin embargo lo contaban con tal detalle que parece que hubiera sucedido ayer.
Santamaría Uzqueda recoge su recuerdo de manos de Camilo Segoviano, quien fuera presidente del C.T.A. de Castilla y León
Fue muy grato compartir momentos con ex compañeros de diferentes generaciones a la mía: con un rejuvenecido Joaquín Ramos Marcos, con grandes figuras del arbitraje de nuestra región en las décadas de los 80 y 90 con los que tuve la suerte de coincidir y algunos casos ayudarles desde la banda tales como Valdés Sanchez, Calvo Córdoba, Rubio Valdivieso, Santamaría Uzqueda, Hernandez Velázquez o Rivas Fernández. Otros más de mi generación con los que he compartido incluso espacio en la plantilla de 1ª División, tales como Turienzo Álvarez o González González.
Ausocúa Sanz se reencuentra con Sánchez Arminio, árbitro y línea, hace más de 30 años
Pero para mi el momento estelar fue el tener la oportunidad de estrechar la mano a una persona con la que apenas coincidí en el arbitraje pero que fue un referente para todos. En este caso nuestras carreras se cruzaron en el camino y apenas coincidimos un par de años en activo, de tal forma que cuando él se retiró, yo (siendo aún un pipiolo) comenzaba, y lo cierto es que ni siquiera nos llegamos a conocer personalmente. Es curioso, ambos somos de la misma ciudad y residimos en la misma ciudad, ambos fuimos árbitros de fútbol y ambos llegamos a la máxima categoría (eso sí, en diferentes épocas), pero hasta el día de ayer no habíamos tenido la oportunidad de conocernos personalmente. Me refiero a Don Jesús Ausocúa Sanz, genio y figura.
D. Jesús Ausocúa recoge su medalla de la FCyLF, bajo la mirada cómplice de Teodoro Valdés, Enrique Rubio y Clemente Rivas
Me habían comentado que Jesús Ausocúa, después del fallecimiento de su hijo hace seis años, había sufrido mucho y que su cabeza y su memoria no era la de antes. Que su salud era muy delicada. Sin embargo, vi a un Ausocúa muy lúcido, recordando momentos estelares de su carrera, recordando con detalle experiencias y anécdotas.
Vi a un Jesús Ausocúa tranquilo, cercano, cariñoso y emocionado. Pese a que tenía mucho de lo que presumir, vi a una persona sencilla que, creo, se encontró muy a gusto en ese acto. Se marchó muy pronto, ni siquiera se quedó a la cena porque se sentía agotado. Habían sido muchas las emociones vividas en esa tarde-noche. Su hijo Luis que lo acompañaba me reconoció que sale muy poco y se fatiga con facilidad.
Es una pena que hayan transcurrido 30 años desde que nuestras carreras se cruzaran y que hasta el otro día no lo haya conocido personalmente. Qué enseñanzas y qué consejos he podido perder por el camino. Sin embargo el destino ha querido que nos conociéramos ahora no antes, y para mí fue muy emotivo ver como Don Jesús recordaba mil y una anécdotas: aquel mítico partido en El Molinón cuando en un Sporting- Real Madrid expulsó a Enzo Ferrero a los 6 minutos (justamente por cierto) y el público empezó a corear aquello de Así, así, así gana el Madrid frase célebre que luego ha pasado a la historia, o de aquella final de Copa del Rey en Valladolid en el año 82, en la que el Real Madrid ganó 1-0 al Sporting de Gijón en la que Ausocúa era linier del actual Presidente del CTA Don Victoriano Sánchez Arminio, en la que lo que no han terminado de olvidar es el frio que pasaron esa noche pese a ser mes de junio, y que hizo que el José Zorrilla fuera bautizado como El Estadio de la Pulmonía. Tantas y tantas anécdotas y tanta y tanta sabiduría que, egoístamente, me entristece no haberlo aprovechado antes.
Marcelino Maté entrega «su» medalla al último ex-árbitro castellanoleonés, Rodríguez Santiago
Pero como dice el refrán nunca es tarde si la dicha es buena. Don Jesús ha sido un auténtico placer conocerlo, espero nos volvamos a ver pronto.
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