El próximo 5 de ocubre se jugarán los dieciseisavos de final de la Liga de Campeones Femenina. Un partido, a priori, sin trascendencia en España, si no fuera por quiénes dirigirán ese choque.
El FC Twente y el AC Sparta Praha (holandés y checo respectivamente) jugarán este encuentro UEFA arbitrado por Marta Huerta de Aza (palentina afincada en Tenerife), asistida en las bandas por Guadalupe Porras Ayuso y Silvia Fernández Pérez. Esta última colegiada, vallisoletana de nacimiento, es asistente en el Grupo VIII de Tercera División y ésta será su segunda actuación internacional en su carrera deportiva.
Tres árbitras (dos castellano y leonesas) para un partido decisivo de Liga de Campeones Femenina. Algo está cambiando. El arbitraje femenino está en alza, impulsado por el momento que vive el fútbol femenino. En Castilla y León existen medio centenar de árbitras (fútbol y fútbol sala) en activo. No es una cifra demasiado alta pero, sin embargo, existe un verdadero espíritu de superación, entrega y unidad entre el colectivo. Silvia Fernández, la árbitra de mayor categoría en estos momentos en Castilla y León, anima y confía en todas ellas, en su preparación, su esfuerzo y un futuro inmejorable: «Sé que llegará un momento en el que lo natural sea arbitrar indistintamente, chicos y chicas a futbolistas masculinos y femeninos, pero hasta que llegue, tenemos que buscar una discriminación positiva para empujar el arbitraje femenino, y este es un momento fantástico para hacerlo, al abrigo del fútbol femenino».
¿Cómo empezó en el mundo del arbitraje?
Por casualidad, mi padre era entrenador y no me dejó jugar al fútbol así que un día vi una promoción del Comité de Árbitros de Castilla y León y me dije a mí misma ¿por qué no?
¿Imaginó alguna vez cómo sería?
Entré a la aventura. Soy una persona inquieta a la que le gusta probar cosas nuevas y el arbitraje me pareció una forma distinta de vivir el fútbol. Pero nunca imaginé todas las cosas buenas que me ha aportado.
¿Qué objetivos se planteaba cuando se inició?
Divertirme y practicar deporte. Conocer el fútbol desde una perspectiva diferente. Hoy esos objetivos han cambiado y, además de lo anterior, quiero llegar al fútbol profesional.
¿Qué le aporta el arbitraje?
Vida, valores, familia, amigos, deporte, formación, viajes y un ocio saludable. Seguridad en mí misma, valores y cualidades (ser resolutiva, fuerte, proactiva, la capacidad de resiliencia, ser capaz de trabajar en equipo) que de otro modo habría sido difícil conseguir. Eso sin olvidar, que te permite viajar y conocer sitios muy variopintos.
¿Qué es lo que más le gusta de esta forma de vida?
Cómo me hace sentir. Cuando algo te apasiona, te hace feliz, te sientes realizada y eso se transmite fuera y dentro del campo. El olor a hierba, ponerte las botas y coger el banderín es una sensación única e indescriptible. Te permite conocer mucha gente y muchos lugares distintos.
¿Se imagina su vida sin arbitraje?
No me imagino mi vida sin el arbitraje. Estar una temporada alejada de los terrenos de juego por una lesión, me ha hecho ser mucho más consciente de lo que me apasiona este deporte, y que hay que entregarse día a día entrenando y disfrutando al máximo los partidos. Arbitrando soy feliz.
Fotografía. Fernández Pérez con la elite del arbitraje femenina del CTA Nacional en la pasada concentración en la RFEF.
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