«Espero y deseo que sea con público y que todo vuelva a la normalidad, también el fútbol», asegura Alejandro Estévez desde Salamanca, ilusionado por su ascenso y su premio Vicente Acevedo: «Tengo doble alegría, que te asciendan y te otorguen el trofeo al mejo asistente de Segunda División es realmente difícil, al final somos 44 compañeros muy bien preparados y tanto la plaza como el premio están muy cotizados, así que estoy realmente contento».
Este castellano y leonés, que este verano cumplirá 25 años, ya ha hablado con Becerril Gómez, su homónimo como colegiado en Primera División del Comité de la FCYLF: «charlo con él con habitualidad sobre arbitraje y me ha felicitado, claro» Alejandro ha desarrollado su labor en Segunda División durante dos temporadas, tiempo suficiente para optar al premio, en forma de ascenso, que le ha llegado tras el año «de la pandemia».
«Ahora sólo quiero asimilarlo y adaptarme a la categoría lo más pronto posible, empezaré a prepararme en una semana porque no me gusta estar mucho tiempo parado; yo no dejo de hacer ejercicio, tengo que cuidar mis piernas que es uno de mis elementos de trabajo» concluye Estévez Iglesias, ya con la mente puesta en su debut como árbitro asistente de Primera División.