La Federación de Castilla y León de Fútbol le otorgó la medalla de oro del fútbol regional en la Asamblea General celebrada el pasado mes de julio. El ascenso a Primera División de Pablo Machín capitaneando el Girona FC bien lo merecía. Una vez comenzada la temporada y conociendo la cal y la arena de las exigencias de la máxima competición del fútbol nacional, el entrenador soriano habla de sus recuerdos numantinos.
«Soria es mi casa, se lo debo todo al CD Numancia, donde me formé y donde siempre fue mi objetivo entrenar. Todo lo que ha llegado de añadido no lo hubiera hecho si no hubiera sido por el club de mi tierra», habla el técnico sin dudar. Sin embargo, Machín no califica esta temporada, la de su debut en Primera División y también la del equipo al que entrena, como la más importante de su carrera: «Para mí el año determinante fue el primero en Girona, cuando llegué -en marzo de 2014- y el club estaba en los últimos puestos a punto de descender, tomé la responsabilidad de la permanencia y me jugué mucho ya que podía haber acarreado con un descenso que no era mío y hubieran salido las cosas mal para todos», recuerda. Logró la salvación y renovó dos temporadas. El pasado 4 de junio, el Girona consiguió el ascenso a Primera División, momento histórico para el club y para su responsable técnico, Pablo Machín.
«Éste será el año de mayor repercusión, si las cosas van bien, algo en lo que confío, será una temporada que se recordará», finaliza este soriano que se ha ganado por méritos propios un hueco en la galería de entrenadores castellano y leoneses de Primera División que albergan las paredes de la sede de la FCyLF.
Fotografías de Machín saludando a Jagoba Arrasate y en su renovación con el club gerundense.Girona FC y LaLiga.
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