A Pedro Pascual le gustaría dividirse hasta en tres personas, más si cabe desde que comenzó la pandemia. Pedro es presidente del Real Ávila CF SAD, coordinador de la Unidad Medicalizada de Emergencias y Soportes Vitales de Ávila y, por si fuera poco, procurador en las Cortes de Castilla y León por el partido ´Por Ávila´
“Ahora mismo el papel que prevalece es el de sanitario. Con el fútbol parado apenas tengo labores de representación y la directiva y colaboradores del club hacen un trabajo magnífico siempre, ahora también. Mucha de la carga de trabajo en el Real Ávila recae en Carlos González, lo cual agradezco enormemente. En cuanto a mi función política, siempre intento reivindicar y aportar, no vale de nada ir para estar callado”, asegura Pedro Pascual a través del teléfono en su día de descanso de la base médica de Ávila.
Este presidente de uno de los equipos históricos de Castilla y León y del Grupo VIII de Tercera División es también el médico del Club, como lo oyen. “A día de hoy sigo atendiendo a la plantilla con dudas médicas que puedan tener y me siento más médico que otra cosa, además como exfutbolista que soy les entiendo bastante bien, entiendo su ansiedad mental y física, su miedo, sus ganas…”, comenta Pedro, quien también entrenó a las categorías inferiores del club hace ya unos cuantos años.
Sanidad, fútbol y política
Pedro Pascual es responsable de las emergencias sanitarias de Ávila casi, en tiempos de guerra, o así se siente él y sus compañeros cuando deben desplazarse a un domicilio y enfundarse en un traje que parece sacado de otro mundo: “la ropa ya lo dice todo, nuestra forma de trabajar está siendo muy especial puesto que desconoces, cuando te desplazas a realizar una atención, qué te vas a encontrar, debemos ser resolutivos y rápidos. Existe el riesgo porque no sabes qué clase de paciente será y qué te vas a encontrar. Aquí quiero destacar la labor de los técnicos de transporte sanitario, me parece muy importante. Todos tenemos cierto miedo, esta enfermedad es desconocida y vamos aprendiendo poco a poco, con incertidumbre y una casi medicina de guerra. Es, a mi juicio, del todo escandalosa la cifra de compañeros sanitarios infectados”.
Pedro habla con sinceridad y energía sobre la situación actual, parece no temerle a la palabra, a pesar de encontrarse en tres frentes escudriñados al microscopio y bajo la lupa de la opinión pública: la sanidad, el fútbol y, sobre todo, la política. “Estoy disfrutando viendo la solidaridad de la gente y lo generosa que puede ser cuando vienen tiempos malos. Casi todo el mundo cumple y se preocupa. No así quien no es responsable con las medidas que se están tomando y con quien insulta a los sanitarios por tenerlos de vecinos, por ejemplo; eso me parece de locos”, apuntilla. No deja de sorprenderle la baja atención estos días a patologías tan comunes en épocas cercanas como infartos o ictus: “no acabamos de entender por qué esos casos no salen, es lógico que haya menos accidentes pero enfermedades coronarias y neuronales tiene que seguir habiendo y se están produciendo pocas llamadas al respecto, nos sorprende enormemente, parece que estuviéramos jugando un Madrid-Barça eterno, porque es el momento en el que menos gente requiere de las urgencias”, bromea.
Ganar tiempo
Pedro Pascual pone en cuarentena la tan mencionada inmunidad una vez superada por cualquier individuo la enfermedad por el COVID-19: “tengo mis dudas sobre la inmunidad y mi recelo porque es algo que no conocemos; podríamos no acabar con la pandemia si no llegara esa inmunidad. Es preocupante y fundamental ganarle tiempo, ahí está la clave de la vida y de la sanidad”.
Porque cuando la conversación con Pedro Pascual te envuelve de realidades te hace saber que para él existen tres conceptos fundamentales: la vida, la sanidad y el empleo, además por ese orden, descartando el anterior, no llegarás –ni necesitarás- el siguiente como individuo ni como sociedad. “La política es fundamental, pero la gran mayoría deberíamos tener nuestra profesión bien diferenciada y unos pocos entiendo que dedicación exclusiva. Esto es un servicio público y un sacrificio. Por eso soy muy reivindicativo y saben que me excedo cuando hablo de sanidad pero es que es mi profesión y, como la tengo, puedo hablar con conocimiento de causa sobre ella”, afirma rotundo y encendido. “No soy capaz de entender como ahora nos preocupa el lenguaje inclusivo y distintas tonterías cuando la vida de personas está en juego. El resto de temas ya llegarán cuando tengan que llegar, ahora lo importante son nuestros muertos; además, todavía estoy por escuchar a algún político hablar de muertos y muertas, fallecidos y fallecidas, sólo se hace referencia a la inclusión en cosas positivas …”
La claridad de Pedro Pascual resulta aplastante, esclarecedora y algo alarmante en tiempos en los que no estamos acostumbrados a ella. Responde con concreción cuando se le pregunta qué ha aprendido en este mes y medio largo de pandemia: “que la vida es igual para todos y muy básica, no la dificultemos con tonterías; al fin y al cabo todos queremos lo mismo, que es vivir más que sobrevivir”. Palabra de médico, directivo y político.