La Primera División de Mongolia está a punto de comenzar y con ella la siguiente aventura del entrenador vallisoletano Manuel Retamero. Este trotamundos de los banquillos atesora experiencias internacionales y un sinfín de anécdotas, buenas y no tan buenas, en las ligas más dispares del mundo en los tres años que lleva fuera de España. Se formó en la Escuela de Entrenadores de la Federación de Castilla y León y ha acumulado currículum en el Arces, Betis, Simancas, Unión Delicias, Íscar, Real Valladolid B, CD La Granja, y de allí… a Libia. Su primer destino al extranjero.
¿Cómo empezó esta aventura internacional?
Nadie te va a venir a buscar y menos en el fútbol. Me siento un privilegiado. Estoy trabajando en lo que me gusta aunque sea fuera de España. Al final, estoy peleando por un puesto en un banquillo frente a muchos otros entrenadores del resto del mundo. Comencé esta experiencia internacional en Libia, en el banquillo del club más importante y como técnico de la Selección Sub19. El recibimiento fue bueno pero lo que me marcó profundamente fue la triste realidad del país. Aun así, ha sido mi mejor experiencia personal. Tuve la suerte de salir en el momento justo, antes de que estallara toda la revuelta, con destino a Baréin, India…
¿El fútbol español continúa bien valorado fuera?
Absolutamente. Está muy valorado. La formación y el desarrollo de nuestra Federación Nacional y de los clubes importantes ha sido copiada por medio mundo. En España, somos unos privilegiados en muchas áreas y en el fútbol también. Desde los banquillos, hasta los dirigentes, los árbitros, los futbolistas…
¿A qué te enfrentas en Mongolia?
Es un club de reciente creación, el Ulaanbaatar City CF de la Primera División de Mongolia, con un estadio nuevo que se estrenará ahora y una liga corta con 10 equipos; comienza en abril y se prolonga sólo hasta octubre, debido al frío. La directiva quiere hacerle campeón este año. Yo quiero enseñar a los futbolistas pero también hacerles los mejores del país. Es un fútbol rápido basado en el físico y estamos viendo todavía incorporaciones. Estoy presionando para tener un futbolista español pero es complicado en esta época del año. Estoy en la capital que eso es importante en cuanto a calidad de vida, entre China y Rusia, los paisajes son espectaculares pero también una de las zonas más frías del mundo.
¿Hasta cuándo esta aventura?
Cerré en diciembre esta propuesta de Mongolia y estoy contento. Me siento fuerte y soy joven todavía. En lo personal, tengo la compañía de mi hija de momento y espero que, profesionalmente, también sea bueno para volver algún día a entrenar a España, a Castilla y León y a Valladolid.
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