A la habitual rutina de un árbitro de Tercera División, -estudiar/trabajar, entrenar y pitar-, se ha unido esta semana, en el caso del abulense Antonio del Bosque, una inusual participación en el concurso nacional al mejor trabajo de fin de Máster, en este caso, en Tecnologías de proceso de Materiales. Este ingeniero en Organización Industrial, colegiado del grupo VIII de Tercera División, a punto ha estado de representar a España en la final europea en el concurso de SOCIEMAT (Sociedad Española de Materiales), inimaginable al verle vestido con el atuendo deportivo.
A punto ha estado de representar a España en la final europea del concurso de SOCIEMAT (Sociedad Española de Materiales), inimaginable al verle vestido con el atuendo deportivo
Antonio del Bosque, premio extraordinario en su carrera universitaria como ingeniero, suma 11 años como árbitro y seis en Tercera División. En la atípica temporada 2019/20 resultó cuarto en la clasificación de ascenso a Segunda División B y realizó las labores de cuarto árbitro en los play off de ascenso a Segunda División B disputados en el estadio La Balastera de Palencia.
“Ahora, lo que nos está resultando más complicado a los árbitros es llevar el ritmo de entrenamientos al aire libre, por lo menos a mí, pero estamos sacándolo adelante”, afirma Antonio, quien nunca se ha planteado que ambas tareas, arbitrar y estudiar con méritos una ingeniería, fueran incompatibles: “Me encantan las dos labores y pienso sinceramente que se complementan. En ambas hay que superarse, son esfuerzo y trabajo, y ambas te ayudan a pensar en soluciones de manera rápida. En mi vida como ingeniero y como árbitro he pasado por muchas circunstancias y por nuevas motivaciones a las que hay que adaptarse”.
A nadie se le puede escapar que el tiempo es algo valioso para este árbitro que aspira a conseguir el doctorado: “En ciertas semanas hay que saber priorizar y aprovechar el tiempo, sobre todo en época de exámenes, pero en ningún momento me ha entorpecido una labor en la otra”.
Los objetivos en ambas dedicaciones suenan muy parecidas: conseguir metas e ir haciendo las cosas bien en el día a día. “Llevo muchas cosas de la ingeniería al arbitraje, sobre todo mucha organización en la cabeza y en la toma de decisiones”, asegura este ingeniero del arbitraje que representa a la perfección cómo aprovechar bien el tiempo en dos actividades apasionantes.