
Aumentan los aforos en estadios y pabellones. El desamparo de las gradas vacías nos hizo comprender la vital importancia de los aficionados en los campos. Juan Antonio Añíbarro tiene 90 años y lleva 80 temporadas como socio del Real Valladolid. El abonado número uno del Pucela habla con En Equipo. Sus valores de fútbol impresionan.
¿No ha decaído su afición en todos estos años?
En absoluto, me hizo socio mi padre en el año 41. Llevo 80 temporadas. He tenido la suerte de vivir siempre en Valladolid y no me he perdido ni una sola campaña. Tengo tanto cariño al club que me parece de la familia. También participé de la Junta Directiva en los tiempos de Fernando Alonso (74-78) como presidente y he procurado estar muy vinculando, siguiéndolo por ahí. Ahora no puedo andar con el coche yo solo, pero sigo subiendo al Estadio cuando juega en casa. Me dicen que vaya al palco, aunque en realidad no me gusta, yo disfruto más en mi asiento, con mis sobrinos y nietos, formamos un grupo de 10 familiares todos por allí cerca que subimos siempre juntos y vivimos los partidos de manera exagerada, en el buen sentido de la palabra.
